Las emociones y la respiración

Saber cómo nuestra respiración se altera debido a las emociones es un gran indicador que nos puede ayudar a reconocer qué tipo de emoción estamos transitando, y con ello una buena manera de mejorar nuestro auto-conocimiento y, en consecuencia, tener una inteligencia emocional superior. Esto nos permite actuar en consecuencia y calmarnos o activarnos de acuerdo a lo que sea necesario para la situación en particular.

A lo largo de los años se ha estudiado cómo nuestro cuerpo reacciona ante distintas emociones producidas por distintos estímulos. En particular, uno de los aspectos más interesantes es ver cómo nuestro patrón de respiración habitual varía y se comporta ante una situación o estímulo que nos genera algún tipo de emoción.

La investigadora alemana Susana Bloch ha realizado varios estudios pioneros, en los que, junto a otros autores, estudiaron y analizaron los cambios en el patrón respiratorio ante las seis emociones básicas que acepta la literatura científica.

A continuación, listaremos los principales resultados hallados con respecto a las seis emociones primarias:

  • Ira / violencia: se caracteriza por inspiraciones y espiraciones de gran amplitud, nasales y fuertes, y por una disminución en el tiempo de inspiración, además de la ausencia de la pausa respiratoria o apnea entre inspiración y espiración. La ira o la violencia genera un tipo de respiración que se puede calificar como rápida pero intensa. Produce un gran aumento de la frecuencia respiratoria, por lo tanto disminuye la tasa de respiraciones por minuto.
  • Miedo / ansiedad: este tipo de emoción conlleva también una respiración profunda pero con un patrón no tan definido, bastante caótico. Carece de pausa respiratoria o apnea entre inspiración y espiración. Es, por tanto, la emoción más difícil de reproducir. La frecuencia respiratoria es muy variable pero con tendencia a aumentar, puede tener momentos donde aumenta bastante y otros donde no aumenta demasiado.
  • Tristeza: la respiración es pausada. Los tiempos de inspiración y espiración son más prolongados, al igual que sus pausas intermedias. La frecuencia respiratoria es un poco más lenta que la habitual, por lo tanto disminuye levemente la tasa de respiraciones por minuto. Hay bastantes momentos para la ausencia de respiración. Además, conlleva movimientos involuntarios de los ojos, como buscando.
  • Alegría: paradójicamente no varía demasiado de la tristeza, solo algo más acelerada, también se caracteriza por los espacios en blanco y la fuerte intensidad. Y siempre nasal. También conlleva movimientos involuntarios de los ojos, como buscando. La frecuencia respiratoria es un poco más lenta que la habitual.
  • Ternura: representando muy bien a su nombre, la curva que describe el patrón respiratorio es suave, regular, pausada y sin cambios abruptos. Es el patrón de respiración más tenue de todas las emociones y la que más pausa incluye entre inspiración y espiración. La frecuencia respiratoria no se altera de la frecuencia respiratoria normal.
  • Erotismo: la respiración se hace por la boca de forma más intensa que la ternura. La pausa entre inspiraciones y espiraciones es muy breve o nula. Se produce un leve aumento de la frecuencia respiratoria.

Ahora que conoces cómo la respiración varía de acuerdo al tipo de emoción que estamos transitando, prestar atención a ella te será muy útil cuando quieras reconocer tu estado emocional.




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