El resfriado puede provenir de cualquier infección, generalmente de origen viral. Cuando los virus y bacterias pueblan las vías respiratorias altas desencadenan una cascada de reacciones fisiológicas, entre ellas se encuentra una de las más comunes que es la congestión nasal.
La congestión nasal es producto de la inflamación del epitelio mucoso o superficie mucosa (que recubre internamente la nariz y cubre una superficie entre 200 y 300 m2) debido a la inflamación de los vasos sanguíneos, además de producir aumento de la secreción de moco. Esta inflamación de la mucosa, y el aumento de producción de moco produce una obstrucción nasal, que genera, como en el caso del resfriado, que cueste o incluso no podamos respirar por nariz.
¿Cómo podemos descongestionar la nariz?
Si bien existen algunos medicamentos descongestivos, su uso excesivo durante más de dos o tres días puede llevar a la pérdida de efectividad y a producir síntomas de rebote. Otra alternativa son los nebulizadores, pero su adquisición requiere de un costo económico y además puede que nos encontremos en una situación o lugar en el que no podemos hacer uso de elementos externos a nuestro cuerpo.
Una de las mejores alternativas para descongestionar la nariz, es la técnica de respiración para descongestionar la nariz que se detalla a continuación:
- Siéntate recto y suelta una exhalación suave. Luego tápate los dos orificios nasales.
- Trata de no pensar en la contención de respiración, sacude la cabeza de arriba a abajo o de un lado a otro. Puedes dar un paseo rápido, saltar o correr.
- Una vez que notes una intensa sensación de falta de aire, inhala de manera muy lenta y controlada por la nariz. (Si la nariz sigue congestionada, respira sutilmente por la boca con los labios fruncidos).
- Mantén esta respiración calmada y controlada al menos entre treinta segundos y un minuto.
- Repite los pasos anteriores seis veces o hasta que sientas una descongestión evidente.